¿Quién fue el primer duque de Alba?

En 1430 Gutierre Álvarez de Toledo, hombre de armas y obispo de Palencia y arzobispo de Sevilla y Toledo, recibe de las manos de Juan II el señorío de Alba de Tormes (localidad de la provincia de Salamanca). Su sobrino Fernán Álvarez de Toledo, IV señor de Valdecorneja y uno de los guerreros castellanos más importantes del siglo XV, recibió en 1439 el título de conde de Alba. Pero no fue hasta su hijo, García Álvarez de Toledo, cuando el título se convirtió en ducado. En 1472 el rey Enrique IV de Castilla le concede el marquesado de Coria y el ducado de Alba a García Álvarez de Toledo. A la muerte del rey, el duque de Alba continua con sus servicios a la monarquía y participa en los principales episodios del reinado de los Reyes Católicos Isabel y Fernando de Castilla y Aragón, hasta su muerte en 1488.

Pero, ¿cómo fue el primer duque de Alba?

Dicen de él que era de mediana estatura, discreto y gracioso. Que le gustaba el arte renacentista proveniente de Italia y, lo más curioso de todo, que compuso letras para canciones que luego fueron utilizadas por el flamenco Juan de Wrede. También tenía una gran biblioteca. Y fue él quien adquirió el tapiz de la “Lucha de los griegos y las amazonas”.

En el Palacio de Liria aparece representado en un cuadro del Maestro de a Virgo inter Virgines, que seguramente fue realizado después de su muerte. En la tabla se le puede ver arrodillado, con el pelo largo y negro, y nariz prominente y con el escudo de los Toledo sobre su cabeza.

García Álvarez de Toledo contrajo matrimonio en 1447 con María Enríquez de Quiñones y Toledo con quién tuvo nueve hijos.