Para hablar acerca de las porcelanas debemos entender que estas forman parte de las cerámicas.
La cerámica es el arte de convertir la arcilla en un objeto después de haberla modelado y cocido en un horno. Esta definición engloba todos los tipos de fabricación de la arcilla ya sea porosa (terracota) o compacta (gres y porcelana).
Su origen está datado en los siglos VII y VIII en China que tuvo el monopolio durante casi diez siglos. Se comercializó a través de las compañías de Indias y, a pesar de que era muy cara, en el siglo XVII las monarquías europeas la compraron en grandes cantidades ya que era símbolo de prestigio.
En cierto momento, la nobleza europea comenzó a investigar la receta de la porcelana con el objetivo de crear manufacturas propias y evitar la exportación desde oriente.
La manufactura de Meissen fue la primera manufactura de porcelana occidental. Fundada a principios siglo XVIII, actualmente sigue en activo.
Su fundador, Augusto lI el Fuerte, contrató a Ehrenfried Walther von Tschirnhaus, (1651-1708) matemático, filósofo y médico, quien en 1709 descubrió cómo fabricar porcelana con arcilla de caolín. Tras su muerte, Johann Friedrich Böttger (1682-1719) heredero de las recetas, inició en 1713 la producción de porcelana pionera en toda Europa. La mayoría de los objetos se vidriaban y policromaban.
La fábrica contaba con departamentos especializados en los que trabajaban los artesanos, artistas y secretistas, modelo que se copió en toda Europa. En Meissen se fabricaron todo tipo de vajillas y servicios de chocolate, té y café, además de figuras que rodeaban cajas de reloj, figuras de animales y gran cantidad de jarros ornamentados con flores y pájaros en relieve. Los clientes de la manufactura eran los cortesanos, diplomáticos y políticos y, por supuesto, Augusto II y sus sucesores que convirtieron la porcelana de Meissen en su tarjeta de visita.
Una de las producciones de más éxito de la manufactura de Meissen fue las galanteries. Eran conjuntos de pequeños objetos de los que se rodeaban los miembros de la realeza y los nobles y que hacían galante a la persona que los poseía. Esta intención de aparentar se mantuvo durante la época donde para gustar a la gente debías tener objetos singulares que te diesen un mayor estatus. Dentro del Palacio encontramos este tipo de objetos en el Salón de Goya.
En la imagen os mostramos una de las figuras más curiosas y destacadas de la colección de porcelanas de la Casa De Alba. Esta figura escultórica es conocida como el sastre sobre el macho cabrío.
La pieza fue encargada a Johann Joachim Kändler (1706 - 1775) por el conde Heinrich von Brühl (1700-1763), noble de la corte de Sajonia y ministro en la corte de Augusto III. El rey había querido premiar a su sastre haciéndole una concesión que él quisiera y este a cambio pidió una cena en la mesa de los nobles. El conde von Brühl quiso dar un escarmiento al sastre por su ambición social y encargo esta figura, en la que el sastre aparece con vestimenta de la época y gafas, montado sobre el macho cabrío, que también lleva gafas y lleva las tijeras en la cornamenta. Cuando el sastre se sentó en la mesa, se encontró con la porcelana frente a su cubierto. Estamos ante una pieza del siglo XVIII que gozó de un gran éxito y por tanto fue imitada a lo largo del siglo XIX dada su popularidad.